Sus movimientos fueron rápidos. Llamó al presidente del club, Florentino Pérez, para pedirle permiso sobre lo que quería hacer después de ver su once publicado en los medios. Le pidió permiso para amenazar a los jugadores con la rescisión de su contrato y alguna medida más para impedir más filtraciones. Florentino le dio carta blanca y dicho y hecho.
Mourinho reunió a la plantilla, les dijo que eso no podía seguir pasando y amenazó con comprobar los números utilizados desde sus terminales. Circunstancia, por otra parte, que no sé si es muy legal. Pero en fin, Mourinho les dijo que analizarían los números por si coincidían con el de los periodistas que habían publicado el once.
Y a continuación vino la amenaza mayor, les dijo tener toda la autorización por parte del Presidente para solicitar la rescisión del contrato de aquel jugador que se probara manifiestamente fuera el filtrador.
La reacción de la plantilla fue de absoluta perplejidad, sobre todo porque la mayoría tiene algún periodista con el que habla por teléfono de vez en cuando. Así que todos estaban en disposición de ser sospechosos. Mourinho organizó la mundial para evitar que los medios publicaran sus decisiones y hasta hoy.
Via: terra.es
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