Mourinho sentó de inicio en el banquillo a Cristiano Ronaldo, aún tocado en su tobillo por la dura entrada que sufrió en Zagreb, y a Ozil, renqueante en los últimos enfrentamientos. Ante esta tesitura, el técnico portugués echó mano de un 4-2-3-1, con Benzema, en punta y Coentrao en la banda izquierda ocupando la posición habitual de Cristiano Ronaldo, secundado por Kaká por el centro en sustitución de Ozil y Di María por la derecha. Detrás de todos ellos, por delante de la defensa, Xabi Alonso junto al alemán Khedira, que reaparecía después de su lesión...
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