Cuando las cosas van mal pueden empeorar. Eso fue lo que le pasó al Real Madrid en El Sardinero. Se llevó un punto ante elRacing y pudo irse de vacío porque fue incapaz de generar ocasiones. Pobre imagen en líneas generales. El encuentro se le hizo de noche desde el primer momento. Nada que reseñar en un primer tiempo horrible. Inexplicable el trabajo de los blancos ante un rival de menor entidad, que se limitó a ordenarse en su campo para tapar todos los caminos hacia Toño. Lo logró de manera brillante hasta el descanso, pues el Madrid no disparó entre los tres palos hasta el último minuto antes del receso.
Mourinho movió la alineación entre motivos disciplinarios, médicos y tácticos y el resultado fue la nada. Un apagón espectacular en todos los sentidos...
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