Ovrebo, Busacca, Frisk, Stark y ahora, Oddvar Moen. El árbitro más joven de la presente Champions League, con sólo 32 años, no tuvo el estreno que hubiera deseado en la máxima competición continental. Oddvar Moen tuvo un partido plácido en Zagreb, pero en las tres decisiones importantes que debió de tomar se equivocó.
La primera acción comprometida llegó en el minuto 31. Marcelo pisó el área del Dínamo y tras recortar a su rival fue derribado sin que el colegiado señalase nada. Pero más flagrante incluso que ese posible penalti a Marcelo fueron las dos acciones siguientes de Leko. El lateral diestro del Dínamo entró a destiempo a Fabio Coentrao en el minuto 38 y el árbitro lejos de mostrar la tarjeta roja directa que merecía se quedó en amarilla.
Y roja al Madrid...
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