jueves, 25 de agosto de 2011
Ni una fisura en el vestuario
La gran ovación de la noche fue para Mourinho, sin discusión, pero tanto el brasileño como el central portugués también acapararon protagonismo. En el lateral, Marcelo disfrutó de una noche placentera. La grada le aplaudió casi en cada acción, independientemente del resultado. Amor incondicional que tenía su origen en la entrada a Cesc. Hubo amago de tangana, cuando el lateral pisó involuntariamente a Eboue. Se dio cuenta rápido. Pidió disculpas y se retiró. Un gesto que no fue suficiente para Melo y Ujfalusi, extrañamente exaltados para ser un partido amistoso. Tras ser sustituido por un golpe en el tobillo, su camino a los vestuarios le sirvió de homenaje...
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Publicado por
Carlos
en
9:21

Etiquetas:
mou bernabeu
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